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11 de junio de 2014

X-Men: Días del futuro pasado

por Sigfrido Gross

Bryan Singer vuelve a la franquicia que él mismo creó hace ya quince años y que dejó - en lo que a la dirección se refiere - hace once. Los X-Men fueron, genuinamente, los que establecieron las reglas básicas de lo que se ha convertido en el moderno cine de superhéroes, una empresa que ha dominado Hollywood en los últimos años hasta el punto de que Marvel se ha convertido en una corporación cinematográfica con nombre propio, más allá de su origen en papel.

La saga, desde aquella genial X-Men 2, se había hundido con el estreno de X-Men 3: La Decisión final (Brett Ratner 2006). Un filme pobre, hecho con prisas y que no hacía justicia a los personajes de los que hablaba, ni a la franquicia a la que pertenecía y estaba dando un injusto final. Mientras, el cine de superhéroes se había convertido en un nuevo tipo de film que penduleaban entre el ser un género o, incluso, convertirse en un nuevo formato. Cintas como Batman Begins o El Caballero Oscuro, Watchmen, Spiderman, Iron Man o las películas dedicadas a personajes específicos de la Patrulla X invadían semana a semana las pantallas de todo el mundo y Marvel iba creando la red que entretejía a todos sus personajes y sus universos particulares, creando un mundo propio en el que trabajar con películas que, aun perteneciendo a personajes completamente distintos, iban a estar relacionados. El más claro ejemplo, es el de Los Vengadores.

Ahora bien. Tanto Spiderman, como los X-Men, como Los Vengadores; a nivel de franquicias - y a pesar de pertenecer a Marvel - son adquiridas por diferentes distribuidoras y, por ello, no se pueden establecer lazos entre ellas.

Uno de los ejercicios más comunes dentro del género, y a partir del éxito de Batman Begins (Christopher Nolan. 2006), era contar los orígenes de los personajes, antes de que llegasen a ser lo que todos conocemos. Así, en 2011 y tras muchos intentos, se estrenó X-Men:First Class, dirigida por Matthew Vaughn. Un film muy bien conseguido, bien escrito y realizado con menos dinero del esperado e, igualmente, menos del que parece. Con incorporaciones que luego se convertirían en dos de las estrellas más importantes del momento, Michael Fassbender y Jennifer Lawrence, el film daba un origen muy interesante a todos sus miembros y establecía nuevas posibilidades de franquicia más allá de lo que iría a ocurrir después. Todo ello, con un tono de serie B poco corriente en sagas de este tipo. Un verdadero acierto, a pesar de ciertos problemas de equilibrio en el guión.


Tras el éxito de ésta, era obligada la secuela. Pero, siendo muy inteligentes, la secuela no sería como tal, porque vieron la oportunidad de enmendar los fallos cometidos en el pasado, en un movimiento narrativo que, irónicamente, establece ciertos paralelismos con la propia película que iban a hacer. Y me explico, porque leído así dudo que os hayáis enterado de nada. Los fans de X-Men saben qué es Días del futuro pasado. Un conocidísimo tebeo de Marvel en el que uno de los personajes de la patrulla, debe viajar de un peligroso y terrorífico futuro, al pasado para evitar un evento que pondría las cosas muy feas para los mutantes.

Con este material como base, y con Bryan Singer otra vez a bordo - tras experiencias relativamente satisfactorias como Superman Returns, Valkyria y Jack y el Cazagigantes - Marvel construye la que sería la continuación de X Men: First Class.

En la historia, se establece un futuro posterior a lo ocurrido en X-Men: La Decisión final, en el que los mutantes están siendo capturados y destruidos por los centinelas. Unos droides robóticos creados con ese fin, y contra los que no tienen nada que hacer. Para evitar el origen de este problema, Lobezno será enviado al pasado, concretamente a los años 70, para evitar el evento que desencadenará la creación de estos centinelas. La historia ocurre tanto en el futuro, como en un pasado situado entre X Men: First Class y la trilogía que todos conocemos. Por tanto, esto no es una secuela, esto es, tal y como lo ha bautizado Bryan Singer, una “intercuela”.


Se añade, con el factor “viaje en el tiempo”, una característica no incluida hasta el momento en la franquicia, y es el de la ciencia ficción como género propiamente dicho. Y aquí viene la movida, cuando se trastea con el pasado, por definición, se trastea tanto con el futuro como con el presente. En el caso de X-Men: Días del Futuro Pasado, este juego se ha llevado a su máxima posibilidad. Hasta el punto de que (y aquí viene un SPOILER como una catedral) parte de lo ocurrido en X-Men 2 y prácticamente todo lo ocurrido en X-Men 3 queda eliminado, suprimido y ejecutado. Como si nunca hubiese existido. Es decir. De alguna manera, se ha REINICIADO la saga sin necesidad de hacerlo desde las oficinas, como ha ocurrido con Spiderman, por poner un ejemplo. Si Marvel quería reestablecer ciertas reglas en X-Men, pero había perdido la posibilidad por el rumbo que habían tomado los personajes y la franquicia, ahora la ha dejado tal y como quería frente a los ojos del espectador.

X-Men: Días del futuro pasado, es una película llena de ritmo y acción. Bien realizada y bien escrita, a pesar de todos los problemas que plantea un guión que implique viajes en el tiempo. Muy inteligentemente, los guionistas han decidido que el viaje en el tiempo que vamos a ver sólo ocurrirá en un campo mental. Es decir, lo que va a viajar en el tiempo en la conciencia de Lobezno - a su yo de esa época - no su cuerpo, de tal modo que no pueden ocurrir las paradojas de “yo me encuentro con mi propio yo”. Bueno, no pueden ocurrir más o menos...

Es difícil hablar de esta película sin desvelar ciertas cosas que, preferiblemente, deben descubrirse verde y en la sala de proyección. Pero sí puedo decir que la trama es una especie de mezcla entre Terminator 1 y Terminator 2, y Chacal. ¿Por qué? Ya lo veréis por vosotros mismos.


A pesar de todas sus virtudes, que son muchas. Es un film palomitero perfecto, divertido, lleno de acción y geniales efectos especiales. Con un plantel de actores de primera talla y línea, todos geniales en sus roles y haciéndonos disfrutar como enanos, plenamente conscientes de en qué tipo de película estamos. Pero, a pesar de todo ello, el clímax de la película, el que ocurre en el futuro - o presente, según se mire - es excesivamente largo. Parece que no termina y que la amenaza está sostenida o que nunca termina de ocurrir. Como siempre pasa últimamente, la película es un poco larga y podría ahorrarse ciertos pasajes que, con intención de dar profundidad dramática a sus personajes, sólo hacen trabar una trama que exige por su propia naturaleza, un ritmo urgente que, repito, está ahí pero podría ser aún mejor.

X-Men: Días del futuro pasado, definida como la segunda película más cara de la historia - tras Avatar -, es un espectáculo tremendo, magníficamente realizado, y un film que devuelve a la Patrulla X lo que había perdido, aunque sean tantos años después. Vuelven a la primera división, y a lo grande.




  • X-Men: Días del futuro pasado

  • Título original:
    X-Men: Days of Future Past

  • Dirección:
    X-Men: Days of Future Past

  • Año de producción:
    2014

  • Nacionalidad:
    USA

  • Duración:
    132

  • Fecha de estreno en España:
    2014-06-06

Sigfrido Gross

Sigfrido Gross nace en Málaga el 25 de junio de 1984. Su padre lo lleva, desde muy pequeño, a ver todo tipo de películas: desde cine de animación, a Las Tortugas Ninja o desde Batman a reposiciones del cine de Sam Peckimpah.

A parte del consabido trauma perpetuo e irreversible debido a ver cintas como Conocimiento carnal, Akira o Grupo salvaje, Sigfrido también adquiere una profunda e incontrolable pasión por el cine. De todas las épocas y géneros.

Tras estudiar el Bachillerato artístico y algo de fotografía, comienza estudios de Realización de Audiovisuales. Igualmente recibe un curso de guión en la ECAM, el cual le impulsa a profundizar un poco más en la escritura y estudia 3 años de narrativa cinematográfica en la Escuela Audiovisual del Mediterráneo.

Realiza su primer cortometraje, Residuos, que gana un premio a dirección novel en NexoSur y es rechazado en varios festivales por ser considerado 'muy violento'.

Escribe para varios medios de la web artículos sobre cine en todas sus facetas, cosa que alterna con la escritura y corrección de guiones. Para terminar la minibio, digamos lo que siempre se dice: "está trabajando en el que será su próximo cortometraje".

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