opinión

25.02.2017

El Día O - Guía práctica para seguir los Óscar 2017 o cómo sobrevivir a una madrugada de insomnio - Capítulo 2

por Andrés Robles

Capítulo 2

Si en el capítulo anterior repasábamos los cuatro filmes nominados sin la compañía de su director, ahora le toca el turno a los otros cinco que hacen doblete. En un año normal, este sería el quinteto que daría pie a elucubraciones, pero ya dijimos que en esta edición el guión está escrito y, salvo sorpresa mayúscula, La La Land será la triunfadora incontestable de la noche. Pese a ello, algunas de sus candidaturas penden de un hilo. Es hora de ver dónde puede fracasar Chazelle y qué opciones tienen sus rivales.

HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE (Mel Gibson)

El quinto trabajo como director de Mel Gibson supone la vuelta a casa del hijo pródigo. Sus devaneos con el alcohol nunca habían supuesto un gran problema. Tampoco el hecho de ser misógino, homófobo, racista y cualquier otra lindeza de la que todo machote republi-americano debe hacer gala. Pero el bueno de Mel fue demasiado lejos. Se metió con los judíos y ya saben lo que se dice del sitio donde tienes la olla... Pincho en hueso y fue condenado a un destierro que ha durado una década -Apocalypto se estrenó en 2006-. Finalmente, Hollywood parece haberle perdonado y ha acogido con los brazos abiertos esta cinta bélica y basada en hechos reales que curiosamente es bastante inferior a sus anteriores trabajos.

El film narra la historia de Desmond Doss, el primer objetor de conciencia del ejército de los Estados Unidos en conseguir una Medalla al Honor del Congreso. ¿Su mérito? Haber participado en la Segunda Guerra Mundial y salvado la vida de bastantes compañeros en la batalla de Okinawa sin tocar un arma.

Otras nominaciones (5): director, actor principal (Andrew Garfield), montaje, sonido y efectos sonoros.

¿Posibilidades de victoria? En un año menos reñido Hasta el último hombre habría podido rascar las estatuillas de sonido -efectos sonoros es terreno abonado para el cine bélico-. En esta edición sin embargo no tiene nada que hacer ni en las candidaturas técnicas ni en película, director o actor por mucho que el pelazo de Andrew Garfield, que no pierde el tupé ni estando en el frente, merezca un Óscar honorífico. Con todo, haber podido volver y haberlo hecho por la puerta grande es ya un premio para Gibson y para el resto de los mortales. En lo personal podrá ser un impresentable, pero nadie puede dudar de su valía profesional.

LA LLEGADA (Denis Villeneuve)

Desde que Alfonso Cuarón pegara el pelotazo con Gravity -siete estatuillas incluyendo mejor director-, La ciencia ficción adulta es una habitual de la carrera hacia el Óscar. Este año la representante del género es esta cinta basada en un relato corto de Ted Chiang en la que acompañamos a una lingüista -Amy Adams, la candidata que sonó y no fue- encargada de averiguar si los extraterrestres vienen o no en son de paz.

Dirige Denis Villeneuve, canadiense que ya conoce el Dolby Theatre -consiguió la nominación a mejor película de habla no inglesa para Incendies en 2010- y es uno de los realizadores llamados a protagonizar el relevo generacional de la industria hollywoodiense si su próximo proyecto, Blade Runner 2049, no lo entierra para siempre. Desde luego no parece que eso vaya a ocurrir. Si algo ha demostrado con Enemy, Prisioneros o Sicario es talento y fuerza visual. Además con La llegada logra lo que Nolan no consiguió con Interstellar: que el relato funcione a nivel emotivo sin caer en el ridículo ni resultar soberanamente aburrido.

Otras nominaciones (7): director, guión adaptado, montaje, fotografía, diseño de producción, sonido y efectos sonoros.

¿Posibilidades de victoria? Por desgracia y aunque Villeneuve acabará ganando el Óscar algún día, este no es su momento. Su principal baza era Amy Adams y ni siquiera ha logrado la nominación. De llevarse algo sería efectos sonoros, pero el mero hecho de que La La Land sea finalista en esta candidatura en la que los musicales no suelen estar, parece indicar que injustamente La llegada se irá a casa con el contador a cero.


MANCHESTER FRENTE AL MAR (Kenneth Lonergan)

Qué mal podría haber salido la historia de un tipo gris con mochilón a sus espaldas que se ve obligado a volver a su ciudad natal para cuidar de su sobrino adolescente tras la muerte de su hermano. Había material para telefilme lacrimógeno de esos que se titulan Lazos familiares o El poder del amor, y sin embargo Lonergan huye de tremendismos sin que por ello su cinta sea menos desoladora.

Otras nominaciones (5): director, actor principal (Casey Affleck), actor de reparto (Lucas Hedges), actriz de reparto (Michelle Williams) y guión original.

¿Posibilidades de victoria? Casey Affleck, el hermano del Batman más odiado de la historia, ha sido el rival a batir en todos los premios de la temporada y el resurgir de la polémica sobre un supuesto acoso sexual a unas compañeras en el rodaje de I´m still here en 2010 no ha impedido que lograra el Globo de Oro o el BAFTA. Aunque parece poco probable, algo más puede pesar dicho asunto en los Óscar y, como dijimos en el capítulo anterior, puede que los académicos se sientan más cómodos votando al inmaculado Denzel Washington.

Donde la cinta no tendrá rival alguno es en guión original, territorio vedado para La La Land por mucho que Chazelle haya logrado un inmerecido Globo de Oro.

MOONLIGHT (Barry Jenkins)

Es una pena que el film de Jenkins tenga que competir con el evento de la temporada. De lo contrario este podría haber sido su año. Basada en la obra teatral autobiográfica de Tarell Alvin McCraney, Moonlight posiblemente sea la mejor de las candidatas al Óscar. Un film de corte indie pese a estar producido por Brad Pitt, que rebosa delicadeza en lo visual y lo narrativo, presentándonos tres momentos en la vida de un personaje doblemente marginado por su condición de afroamericano y homosexual.

Otras nominaciones (7): director, actor de reparto (Mahershala Ali), actriz de reparto (Naomie Harris), guión adaptado, montaje, fotografía y banda sonora.

¿Posibilidades de victoria? Hay quien dice que esta es la alternativa si tras la victoria de Donald Trump la Academia se siente incómoda premiando un film luminoso como La La Land y desea alzar la voz, pero siendo francos eso jamás ocurrirá. El votante mayoritario, blanco, heterosexual y sesentón, no tacharía la papeleta de Moonlight ni aunque le fuera la vida en ello. Sí se llevará el gato al agua el guión, y también es favorito en su apartado Mahershala Ali -¡anda, qué curioso, el único actor nominado de la cinta es también el único personaje hetero!-.

LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND) (Damien Chazelle)

Y llegó Chazelle. Con 31 añitos ya conoce la sensación de oír el nombre de su película en el Dolby Theatre -Whiplash llegó de tapadillo hace dos años y acabó la noche con tres estatuillas-. El domingo se hartará de hacerlo gracias a este musical sobre un músico de jazz y una aspirante a actriz que homenajea a los grandes clásicos del género. Para más detalles, tienen en esta misma página una estupenda crítica escrita por una bellísima persona -ah no, esperen, que esa es mía-, y en cualquier caso si a estas alturas no conocen ya el film, no sé qué hacen leyendo esto y no el Marca.

Otras nominaciones (13): director, actor principal (Ryan Gosling), actriz principal (Emma Stone), guión original, montaje, fotografía, banda sonora, canción (Audition), canción (City of Stars), diseño de producción, vestuario, sonido y efectos sonoros.

¿Posibilidades de victoria? Resulta más fácil hablar de lo que puede perder que de lo que logrará. Sus catorce nominaciones -que igualan el record compartido hasta ahora por Eva al desnudo y Titanic- pueden materializarse en trece premios dada su doble candidatura en el apartado de mejor canción. Peligran seriamente el guión -su apartado más débil- y su actor protagonista -aunque el escándalo por acoso de Affleck pueda beneficiar a Ryan Gosling-. También lo tiene complicado en diseño de producción y vestuario, parcelas en las que las historias contemporáneas no suelen triunfar, si bien personalmente creo que, dada la relevancia del primer apartado sobre todo en el último tramo de la cinta y la falta de una competidora clara en el segundo, puede conseguir ambos.

Con los posibles once de La La Land acabamos. La madrugada del domingo al lunes veremos en qué queda la cosa. Hasta entonces les sugiero que vayan preparando el arsenal de cafeína, grasas trans y demás artillería pesada para una noche que promete ser muuuy monótona.

Andrés Robles

Paisano de Lola Flores y Bertín Osborne - ahí es nada -, Andrés Robles nació el año en que Superman alzaba el vuelo en la gran pantalla. Asegura que uno de sus primeros recuerdos de infancia es la visión de una serpiente atravesando el tacón de Marion en el Pozo de las Almas y nunca ha entendido del todo qué le ve la gente a esa galaxia "muy, muy lejana".

Licenciado en Historia del Arte y especializado en Patrimonio y Gestión Cultural - tiene hasta un máster el muchacho -, dedica todas las horas que puede a esa pasión que comenzó en un cine de verano viendo a un arqueólogo con látigo y sombrero. Desde entonces no concibe una existencia sin salas oscuras y celuloide.

Como buen crítico de cine, nunca ha escrito ni dirigido nada, y se limita a destruir el trabajo que otros han realizado con toda su ilusión - a veces hace alguna reseña buena, pero son las menos -.

Habiendo conseguido fama, fortuna y gloria hablando de lo que no sabe en esta santa casa, sus próximos objetivos vitales son tener el pelazo de Carlos Pumares y la mala uva de Carlos Boyero.

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