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12 de enero de 2012

Dos mujeres históricas en una: Meryl y Margaret

por Jota Linares

Hay varias maneras de hacer frente a un biopic:

-La opción A es hacer una imposible mezcla de hechos escandalosos y encadenarlos en un montaje que apenas tiene tiempo de pasar de la niñez del personaje retratado a la adolescencia, la madurez y, finalmente, la muerte. Y si encima pones al frente del barco a un actor medio famoso maquillado grotescamente para la ocasión, ya tienes un resultado final equivalente al 'fast food' más beligerante. Para entendernos, las actuales TV movies que llenan la parrilla de Tele 5 y Antena 3 basadas todas ellas en personajes de la crónica rosa más rancia del panorama patrio.

-Hay una opción B, más cinematográfica, que consiste en hacer un 'copia y pega' de los momentos más importantes en la vida de una celebrity (ya sea famoso por méritos propios o ajenos, aunque la vida de escritores, músicos y políticos suele ser lo que predomina) y darles un cierto aire de épica, aunque para eso se entienda erróneamente que para comprender al personaje hay que retratarlo desde su nacimiento hasta su muerte. En este grupo hay de todo, desde grandes películas ('La vida en rosa', 'En la cuerda floja') a cintas correctas y poco más ('Nixon', 'Alejandro Magno', 'Factotum').

-La opción C puede ser la más interesante y la que mejores películas ha parido. Se trata de centrarse solo en un capítulo importante del personaje, pero que sea lo suficientemente relevante como para comprender la personalidad del retratado. El hecho de centrarse en un solo período sirve para no marear tanto al espectador, para indagar de manera más concienzuda en las luces y sombras de alguien que aparentemente sólo conocemos de manera superficial y, en definitiva, para definir mucho mejor una personalidad que se supone es lo más importante de un biopic. Aquí tenemos grandísimos ejemplos como la extraordinaria 'Capote' o las magníficas 'Erin Brockovich', 'Silkwood' o 'Gorilas en la niebla'.



Bien ¿y en qué lugar metemos el biopic recién estrenado sobre Margaret Thatcher, 'La dama de hierro', dirigido con más ganas que talento por Phyllida Lloyd? Pues mucho me temo que en la opción B y no precisamente en la parte de grandes películas.

Hay que reconocerle a la directora que le pone mucho corazón al biopic de la primera mujer que alcanzó el puesto de Primer Ministro en Inglaterra. Pero eso no es suficiente cuando el material que se tiene entre manos no sabe cómo contar la apasionante vida de una mujer con tantos matices como la Thatcher. Uno nunca sabe si la directora apuesta más por el presente y esa extraña relación entre la protagonista y el fantasma de su marido muerto (curiosa e interesante al principio, cansina y prescindible cuando se convierte en el esqueleto central de la trama) o por el fulgurante ascenso de la política al poder (contado muchas veces con un montaje erróneo que pasa de puntillas por momentos que hubieran necesitado mucha más atención, como los atentados terroristas o las equivocaciones de la Thatcher en cuestiones de política).



'La dama de hierro' es uno de esos casos en que el espectador se lamenta de la gran película que podía haber sido y no es. Pero entonces aparece ella, Meryl, y todo merece la pena aunque sólo sea por ver una de las interpretaciones más fascinantes de la mejor actriz viva de la actualidad. Y eso, en una carrera llena de personajes memorables, es decir mucho. Meryl Streep logra con su Margaret Thatcher lo impensable: que una actriz tan conocida como ella desaparezca en la piel del personaje, que dejemos de ver a la gran diva de la actuación para reconocer sólo a una política ambicioso pero comprometida con un país al que amaba pero al que castigó en la misma medida que benefició. Todo en el trabajo de la actriz es admirable, desde su conseguidísimo acento (para nada forzado, de una naturalidad inaudita) hasta su expresión corporal que alcanza un virtuosismo arrollador en la parte de la Thatcher anciana.

Pero yo casi me atrevería a decir que lo más importante es el entusiasmo contagioso por su profesión que Meryl Streep sigue transmitiendo con cada actuación. La intérprete es capaz de traspasar la pantalla con cada nuevo papel y eso es, en gran medida, por el amor por el cine con el que impregna cada trabajo. Talento y pasión, algo que escasea en la actualidad pero que sigue siendo el rasgo inconfundible de los grandes.

'La dama de hierro' se lo debe todo el trabajo de su actriz. Es ella la que consigue salvar el conjunto de la mediocridad y elevarlo por encima de la media. Que interese lo que cuenta o no, o que se hubiera podido hacer infinitamente mejor y más interesante, es otra historia.
  • La dama de hierro

  • Título original:
    The Iron Lady

  • Dirección:
    The Iron Lady

  • Año de producción:
    2011

  • Nacionalidad:
    Reino Unido

  • Duración:
    105

  • Género:
    Biopic

  • Fecha de estreno en España:
    2012-01-05

Jota Linares

Jota Linares nace en Cádiz en 1982 y se traslada a Málaga en 2000 para estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual. Muy pronto empieza a interesarse por el mundo de la ficción, tanto a través de la escritura de diversos guiones como observando el mundo desde detrás de una cámara. Ha escrito y dirigido los cortometrajes '¿A quién te llevarías a una isla desierta?', 'Vivir rodando', 'Un cuento de hadas', 'Varices', 'Placer' y '3,2 (lo que hacen las novias)'. Ha ganado, entre otros, el premio andalesgai 2006 al mejor cortometraje andaluz, el premio del público en el 11 Festival de Cine español de Málaga, el premio RTVA al mejor director joven andaluz, el premio del público en el Fancine (cine de terror y fantástico) 2008, o el premio al mejor proyecto en el Certamen Andaluz de Cortometrajes 2009.
Con '3,2 (lo que hacen las novias)' lleva cosechadas 22 secciones oficiales y 4 premios.

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