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26 de septiembre de 2011

El particular mundo de Sofia Coppola

por Jota Linares

Hay películas que hacen auténticos juegos de equilibrio en la delgada y difusa línea que separa la sencillez de la simpleza, la sobriedad de la nadería más absoluta, la contención de la frialdad. El lado del que caiga depende del talento del director que orqueste la historia, de su mano para crear una superficie lisa sobre la que rascar para descubrir esos pequeños detalles que se escapan a primera vista pero que están ahí dispuestos a clavarse en el corazón del espectador. Sofia Coppola ha desarrollado su filmografía como una auténtica funambulista que hace malabares sobre esa línea, siempre dispuesta a asumir riesgos con unas historias aparentemente frías en el exterior pero abrasadoras en el interior. Somewhere, que incomprensiblemente ha tardado un año en estrenarse en España después de ganar el León de Oro en Venecia en 2010, probablemente sea la película que mejor define el cine de su directora, la que acumula todos los detalles característicos de una forma de narrar amada u odiada pero nunca indiferente.



Probablemente existan pocas personas tan idóneas para dirigir y escribir Somewhere como Sofia Coppola. Hija de uno de los grandes del cine, criada entre rodajes de obras maestras, directora nominada y guionista ganadora de un Oscar, sólo ella se atrevería a plasmar la vacía vida de una estrella de Hollywood como la del protagonista de Somewhere, un magnífico y recuperado Stephen Dorff, y el artificial mundo de Los Ángeles en el que se mueve. Desprovista de cualquier diálogo innecesario o profundo (de hecho, durante los primeros veinte minutos de metraje apenas se escuchan algunas palabras sin importancia), la película se vuelve conscientemente tediosa para poder así crear el ambiente de aburrimiento en que se mueve un actor que lo tiene todo pero que, a la vez, descubre que todo falla. Película sencilla pero no simple, Somewhere es un poema en forma de imágenes en las que hay que bucear para poder descubrir todo lo que esconden los silencios de los protagonistas y las escenas, aparentemente vacías y anodinas, de un guión que parece no contar nada pero que esconde una emoción a flor de piel abrumadora.

Sería muy fácil decir que Somewhere es una copia de la película más conocida y respetada de la directora, Lost in translation. Ambas tratan sobre un actor en crisis vital (Stephen Dorff o Bill Murray) que encuentra en una chica (su propia hija en Somewhere, una joven recién casada en Lost in translation) una oportunidad para redimirse y dejar de estar perdidos. Y todo ello acompañado de una música muy moderna y alternativa que hará que los enemigos de los gafapasta afilen sus cuchillos con una sonrisa diabólica en el rostro. Pero ahí acaban las semejanzas y ambas películas acaban convertidas en distintas variaciones sobre un mismo tema, la soledad, que también estaba presente en Las vírgenes suicidas y en María Antonieta. Sofia Coppola no juzga esa soledad, se limita a convertir su cámara en testigo silencioso de la incapacidad de comunicación de las personas pero también en el afán de superarla, de ser felices aunque sea durante unos segundos con un baño en la piscina de un hotel en el que el inmaduro padre actor bucea y juega con su hija (maravillosa esa escena, con un poder visual que justifica por sí sola el visionado de Somewhere).



Igual que Lost in translation sería imposible de concebir sin Billy Murray y Scarlett Johansson, Stephen Dorff y Elle Fanning parecen haber nacido para ser los personajes protagonistas de Somewhere. El primero encaja como un guante en la figura de un actor joven, guapo, exitoso, padre primerizo e inmaduro patológico que conduce su cochazo durante horas sin rumbo fijo, sin saber dónde ir, sin saber qué le pasa. Y Elle Fanning se convierte ella sola en la película, en el alma de la historia, en esa niña radiante y luminosa que aporta durante unos días sentido a la vida de su padre, convirtiéndose sin quererlo en la clave que él necesita para dejar de perderse. La química entre los dos, explosiva en la escena de la piscina pero también en otras como la batalla del Guitar Hero o en su conmovedora despedida, es lo que hace que Somewhere sea mucho más de lo que parece a simple vista.

Hay mucho donde rascar en esta historia y la Coppola lo sabe. Todo lo importante de la película está en lo que no se dice, en lo que se calla, en los silencios entre padre e hija, en la cotidianidad, en el aburrimiento de la vida de una estrella de cine alejada de toda emoción y afecto. Somewhere es un viaje hacia las emociones más sencillas pero más buscadas y deseadas, hacia el corazón de unos personajes con una coraza que el espectador tendrá que decidir si quiere romperla o no. No es una película para todos los paladares pero nadie dijo que tenía que serlo.


  • Somewhere

  • Título original:
    Somewhere

  • Dirección:
    Somewhere

  • Año de producción:
    2010

  • Nacionalidad:
    EE. UU.

  • Duración:
    98

  • Género:
    Drama

  • Fecha de estreno en España:
    2011-09-30

Jota Linares

Jota Linares nace en Cádiz en 1982 y se traslada a Málaga en 2000 para estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual. Muy pronto empieza a interesarse por el mundo de la ficción, tanto a través de la escritura de diversos guiones como observando el mundo desde detrás de una cámara. Ha escrito y dirigido los cortometrajes '¿A quién te llevarías a una isla desierta?', 'Vivir rodando', 'Un cuento de hadas', 'Varices', 'Placer' y '3,2 (lo que hacen las novias)'. Ha ganado, entre otros, el premio andalesgai 2006 al mejor cortometraje andaluz, el premio del público en el 11 Festival de Cine español de Málaga, el premio RTVA al mejor director joven andaluz, el premio del público en el Fancine (cine de terror y fantástico) 2008, o el premio al mejor proyecto en el Certamen Andaluz de Cortometrajes 2009.
Con '3,2 (lo que hacen las novias)' lleva cosechadas 22 secciones oficiales y 4 premios.

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