Málaga amanecía con nervio esta mañana para dar la bienvenida a la decimoquinta edición del Festival de Cine de Málaga. A las 12 se proyectaba la primera película a concurso en un pase de prensa en el Cine Albéniz: The Pelayos, del director catalán Eduard Cortés. Un inicio mediocre -con muchos nombres llamativos, eso sí- para una cita con el cine que necesita, más que nunca, afianzarse como un imprescindible en el panorama nacional.

Por suerte, otras películas como A puerta fría de Xavi Puebla, Miel de naranjas de Imanol Uribe, La suerte en tus manos de Daniel Burman o Los niños salvajes de Patricia Ferreira auguran mejores resultados en una sección oficial que ha generado buenas expectativas.

El Cine Albéniz, uno de los mejores homenajes cinematográficos que puede tener la ciudad, estaba a rebosar, mientras que la ciudad ya había atraído a visitantes de toda la provincia, nacionales y extranjeros, y a los perseguidos artistas que durante una semana podrán disfrutar de los calurosos días que está regalando Málaga La Bella.



En la Calle Larios, columna vertebral de la capital de la Costa del Sol, ya se podía observar la exposición dedicada al 40 aniversario de BRB Internacional, motivada por la inauguración de una nueva sección, Animazine, dedicada a la industria de la animación española. Imágenes de las clásicas series de animación de BRB como David El Gnomo, D'Artacan o Willy Fog se asoman a los lados de la vía, para entretenimiento de los más pequeños. Una segunda exposición se inauguraba en la sala Alameda Cajamar con más de 100 retratos de actores, directores, guionistas firmados por el fotógrafo Pablo Blanes: Abstractor: cuarta pared.

En otro de los centros neurálgicos de la ciudad, el Teatro Cervantes, ya se ultimaban los preparativos para una gala de inauguración contenida, protagonizada por Francis Lorenzo (fíjense en sus manos cuando tengan la ocasión, por favor) y la maravillosa Ana Fernández, que participa en uno de los cortometrajes más atractivos de la sección oficial: Sol (Sonia Madrid).

Un sábado animado el que ha ofrecido el Festival de Cine de Málaga, que como cada año, cuenta con una agenda de conciertos en la carpa Fnac situada en calle Alcazabilla (junto al Albéniz) y que promete noches acaloradas. Habrá que ver si la respuesta del público se mantiene en los días laborables. Mientras, esperamos a que la gran pantalla del cine español nos emocione de una vez por todas en las jornadas venideras.