voz en off

23.01.2013

Llegar a la luna a través del crowdfunding: El cosmonauta

por Lakshmi I. Aguirre

La parámetros por los que se rige el sector audiovisual se encuentran en constante evolución. Productores, distribuidores y exhibidores se plantean desde hace algunos años qué papel juegan en la industria cinematográfica y qué papel van a jugar en un futuro próximo.

Si algo positivo está teniendo la crisis económica es que nos está obligando a agudizar el ingenio. Y Nicolás Alcalá lo tuvo claro: el crowdfunding era la vía idónea -si no la única- para conseguir ver su guión en pantalla grande.



Los inversores han dejado de ser adinerados mecenas para pasar a ser la misma audiencia quien decide qué quiere ver, por qué proyecto quiere apostar y por tanto, a qué creador quiere ayudar económicamente para que pueda llevar a cabo su obra, para que pueda alcanzar la luna.

El presupuesto de El cosmonauta se fijó en 860.000 €. A noviembre de 2012 se habían conseguido 481.794 €, de los que 398.942 se habían obtenido mediante crowdfunding. Toda una hazaña. Hablamos con Nicolás Alcalá, director y guionista de este homérico proyecto al que ya le queda poco para ver la luz.

P. ¿Cuándo se inicia la idea de El cosmonauta?

R. En 2008 metí por primera vez un cosmonauta en uno de mis guiones. Luego tuvo más protagonismo en otro. Más tarde hice un guión solo con el cosmonauta. Finalmente, acabó siendo un largo en 2009, año en que lanzamos oficialmente el proyecto.

P. ¿Qué te atrajo del poemario de Henry Pierrot (Yago Ferreiro) Poética para cosmonautas para dedicarle un largometraje?

R. Todo. Aunque en realidad mi historia no está basada en su poemario. La historia y los personajes ya existían, pero Poética para cosmonautas me ayudó a darle forma, a contenerlo y expandirlo al mismo tiempo. El guión en realidad no tiene prácticamente nada que ver con el libro. Yo tenía una historia de tres personajes que era un cortometraje y que, cuando decidimos pasar a largometraje, no tenía claro desde qué punto de vista abordar la narración. El libro sirvió para dinamitar, fue la clave para que yo entendiera qué quería contar en un largo. Las historias del libro y del guión no son las mismas salvo que en ambas hay un triángulo amoroso y que ambas transcurren en el espacio.

Lo que me atrae de Poética para cosmonautas es su simplicidad, su belleza, su contención. Es perfecto de principio a fin.

P. Pierrot le dedicó tres noches a la escritura del poemario. ¿Cuánto tiempo lleva gestándose el proyecto de El cosmonauta?

R. Casi cuatro años. Una diferencia nimia... (ríe)

P. El depender de las aportaciones económicas ¿está retrasando el final del proyecto?

R. Lo retrasó durante un tiempo porque no teníamos dinero para la posproducción, pero aprovechamos ese tiempo para pulir el montaje y dedicarle el tiempo necesario y al final todo salió bien. Ahora lo único que nos retrasa es todo el trabajo que tenemos que hacer para finiquitar el proyecto que, al ser tan ambicioso y con tantos contenidos por generar, lleva su tiempo.

P. ¿En qué fase está la película en estos momentos?

R. Está a punto de finiquitarse. Estamos terminando el etalonaje (correción de color) y el sonido. Una vez que esté eso... ¡Listo! aunque luego falta terminar las 32 piezas transmedia, el libro, los contenidos adicionales...

P. En este periodo, ¿cuántas veces te has planteado cambios en el guión de El cosmonauta?

R. Decenas. El guión ha sido un proceso muy orgánico que ha ido cambiando según evolucionaba el proyecto (bien por necesidades de producción, bien creativas). Cambió antes del rodaje, cambió durante el rodaje y ha cambiado durante el montaje. Para mí el guión no es la Biblia, es una simple guía que seguir durante el proceso de hacer la película.

P. ¿Es tu primera experiencia con un largometraje?

R. Como director y montador sí. Como guionista había escritos otros largometrajes y he sido jefe de producción de otros dos antes.



P. ¿El crowdfunding fue la primera opción de financiación o una segunda vía?

R. La primera. Sabíamos que por otras vías nos iba a ser casi imposible o que íbamos a perder el mismo tiempo pero sin obtener a cambio todo lo que ha traído el crowdfunding: una comunidad de seguidores, ayuda, colaboración, prensa...

P. Además de las aportaciones económicas, buena parte de vuestro equipo técnico se ha sumado a la iniciativa colaborando con su trabajo. ¿Se ha llevado a cabo alguna selección de estos profesionales?

R. Por supuesto. Todos ellos son profesionales y han entrado al equipo por sus méritos, no porque estuvieran dispuestos a colaborar con su trabajo. Hemos tenido la suerte de poder elegir y elegir siempre a los mejores. Todos ellos están ahí porque se lo merecían por sus trabajos previos. Hemos sido muy estrictos con esto. Es mejor no tener a nadie que tener a una persona que no es adecuada.

P. Conceptualmente, ¿qué beneficios conlleva el crowdfunding? ¿Qué puede aportar a una obra audiovisual?

R. Todos. Colaboración, ayuda, apoyo moral y práctico, libertad creativa y económica... Lo malo es el tiempo y esfuerzo que lleva. Creo que no sirve para todos los proyectos ni debe plantearse para proyectos tan grandes como el nuestro. Visto en perspectiva, a nosotros nos ha merecido muchísimo la pena pero no sé cuántos ejemplos más como el nuestro van a poder existir.

P. "Transmedia". ¿Puedes darnos una definición de lo que significa?

R. Como narradores tenemos una oportunidad única en la historia porque podemos, por primera vez, prescindir de la tiranía del formato. No necesitamos acotar una historia a un tiempo determinado, a una plataforma o un lugar. Podemos coger todos los elementos que componen el universo de una historia y de sus personajes y expandirlos y desarrollarlos hasta donde decidamos los guionistas y directores. Y eso es fantástico. Eso es transmedia para mí.

Desde el principio nos planteamos hacer una película que fuera participativa pero no colaborativa. Que se pudieran hacer cosas en labores de producción pero no en parcelas creativas. No queríamos hacer algo como la Wikipeli, por ejemplo.



P. ¿La autoría se difumina con las nuevas formas de hacer cine y con la participación directa de la futura audiencia?

R. Nosotros creemos que detrás de una película, como la que queríamos hacer, debe haber una visión única de los creadores que hay detrás. Así que dimos la oportunidad de esta colaboración creativa de forma indirecta. Durante la escritura de guión, por ejemplo, me apoyé mucho en la comunidad a la hora de buscar información histórica. En lugar de perder tres horas buscando el nombre de un cohete concreto, lo preguntaba en nuestro twitter y había un montón de gente relacionada con el espacio que lo conocía, que me daba incluso más información de la que necesitaba y que muchas veces acabó modificando mis propias decisiones en guión. Por tanto, ha habido cierta escucha al público, hemos cogido lo que nos ha parecido interesante y ellos, al mismo tiempo, han creado cosas inspirados por la película. Por ejemplo, cuando hicimos el concurso de remezcla de los tráilers. Recibimos más de cien remezclas con visiones súper interesantes con el material que yo había rodado. Y muchas de ellas fueron inspiradoras. Al final es una creatividad que se retroalimenta.

P. Crowdfunding, estrenos simultáneos en DVD, Internet y cine... ¿Se caen los pilares de la industria cinematográfica? ¿En qué posición deja el crowdfunding a los productores de toda la vida?

R. Tengo una respuesta rotunda para la primera pregunta: sí. Lo que no significa que el cine vaya a desaparecer. Ni los blockbusters, porque esos todos queremos verlos en el cine y de forma espectacular. Lo que ha cambiado es la industria de películas medias y la independiente. Pero en realidad, no todo cambia: los jugadores son más o menos los mismos (excepto los intermediarios, que van a tender a desaparecer porque ya no son tan necesarios). Lo que cambian son las formas y quién tiene el poder. Ahora es el público el que decide y hay que satisfacer esa demanda. El productor de toda la vida que sepa entender eso verá una oportunidad. Tendrá que adaptarse, pero no tiene por qué desaparecer. La labor de un productor va muchísimo más allá de poner el dinero y ya. Eso es un inversor, no un productor.

P. ¿Qué va a significar el momento del estreno de El cosmonauta?

R. Lo sabremos cuando llegue... Puede ser una pequeña revolución, puede ser una gran revolución o puede ser una anécdota. Desde luego, hemos hecho todo lo humanamente posible con nuestros recursos para que sea un proyecto que se recuerde, por uno u otro motivo. Si es un éxito o no, si cambia cosas o no, si inspira o no... El tiempo (y los fans) lo dirán.

P. ¿Temes que el producto final no esté a la altura de las expectativas de las miles de personas que han puesto su granito de arena para que se pueda llevar a cabo?

R. He hecho la mejor película que podía hacer. Y no solo eso: he hecho la película que quería hacer, que es lo más importante. Sin ninguna limitación. ¿Gustará a todos? No. Eso ya te lo puedo decir. ¿Gustará mucho? Espero que sí. Creo que tiene los ingredientes para gustarle mucho a quien le guste, y poco a quien no. Al menos no es una película anodina... De cualquier forma, creo que la gente que ha apostado por el proyecto no lo ha hecho solamente por la película en sí, sino por todo lo que ha habido alrededor, por al experiencia, por la emoción de hacer esto posible. Y eso ya ha sido un éxito. La película es solamente la guinda. Un final dulce (o no) para una aventura de película.

P. ¿Repetiríais la experiencia del crowdfunding tras El cosmonauta?

R. Sí. Con muchos peros y en ciertas circunstancias, pero sí, creo en el crowdfunding como herramienta de financiación y creación de comunidades.

Nicolás Alcalá

Director y guionista

Lakshmi I. Aguirre

Lakshmi Iglesias Aguirre (Eibar, 1984), es redactora jefe de la revista digital de cultura Tertulia Andaluza (tertuliaandaluza.com), además de formar parte de varios gabinetes de prensa.

'El hombre tranquilo', 'En un lugar solitario', 'El Apartamento', 'Los Profesionales', 'El Bazar de las Sorpresas'... la obligaron a amar el cine. Cortázar la empujó a escribir, lo que le ha llevado a ganar varios premios de relatos.

En 2009 editó el libro 'La mujer en la sombra: lo femenino en el cine fantástico y de terror' para la Semana Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Estepona, y escribió uno de los capítulos sobre 'La Mujer Pantera', de Jacques Tourneur.

Su antiguo pastor inglés, Atticus Finch -en homenaje al maravilloso personaje de Gregory Peck en 'Matar un ruiseñor'- la acompaña a todas partes y comparte con ella su pasión por el cine, es decir, la vida.

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