opinión

24.02.2017

El Día O - Guía práctica para seguir los Óscar 2017 o cómo sobrevivir a una madrugada de insomnio

por Andrés Robles

Capítulo 1

Ochenta y nueve años, que se dice pronto, lleva el tío luciendo palmito y línea inguinal con un espadón por todo vestuario -quién pudiera-; encumbrando a muchos e ignorando a no pocos que merecían su reconocimiento más que nadie. El domingo es la fecha marcada para que Óscar, el vejete más deseado del mundo, escoja a su nueva pareja, y como en Jóvenes Realizadores tenemos algo de cinéfilos y bastante de ludópatas, no nos resistimos a hacer nuestra particular quiniela, analizando las posibilidades de éxito de las nueve aspirantes, las nominadas a mejor película.

#OSCARSOBLACK, #OSCARSOMUSICAL

Este año, dicha tarea no parece que vaya a resultar demasiado complicada. Si en 2016 asistimos a una edición cuajada de incógnitas y llegamos a la gala sin tener nada claro qué candidata se llevaría el premio gordo, la única incertidumbre de esta carrera es saber si La La Land logrará superar el record de once estatuillas compartido por Ben-Hur, Titanic y El retorno de rey. El musical de Damien Chazelle lleva haciendo ruido desde su presentación en Venecia y su triunfo en el Festival de Toronto, y se ha ganado a pulso el título de -película-evento de la temporada-. Además, tras varias ediciones de victorias deslucidas -Spotlight con dos estatuillas; 12 años de esclavitud o Argo con tres-, la Academia lleva tiempo con mono de gloria, con ganas de una triunfadora incontestable que acapare una cascada de premios tal y como solía ocurrir en los noventa.

La segunda clave de la noche es un color, el negro. La ceremonia anterior estuvo marcada por las acusaciones de racismo al no haber ningún nominado afroamericano -y cuando decimos nominados, decimos actores. Los técnicos daban un poco igual porque son feos y no salen en las fotos-. Pese a ser más culpa de la propia industria que de los Óscar ?es cierto que resulta vergonzoso que en casi noventa años ningún director o directora de color haya sido premiado, pero no es menos cierto que el gran problema reside en la falta de proyectos y oportunidades?, la reacción de los académicos no se ha hecho esperar. Fences, Figuras ocultas, Moonlight y Loving han logrado que la de 2017 sea la edición con más candidatos negros de la historia.

LAS CANDIDATAS

Nueve cintas se verán las caras en la apertura del último sobre. Hoy le daremos un repaso a las cuatro que compiten sin el respaldo de su director. Comencemos:

Fences (Denzel Washington)

Denzel Washington, el único negro al que todo blanco ama en Hollywood, dirige y protagoniza esta adaptación de la obra teatral de August Wilson ganadora de Pulitzer, por la que él mismo y Viola Davis, su compañera en el film, consiguieron sendos Tony en 2010. Un drama que aborda los claroscuros de una familia afroamericana en el Pittsburgh de mediados del XX, pasando de puntillas por todo conflicto racial pese a que su protagonista viese truncada su prometedora carrera en el mundo del béisbol debido al color de su piel.

Otras nominaciones
(3): actor principal (Denzel Washington), actriz de reparto (Viola Davis) y guión adaptado.

¿Posibilidades de victoria? En dos palabras: Viola Davis. La intérprete ha sido la favorita incontestable durante toda la carrera y nadie apuesta en contra de su victoria la madrugada del domingo. Para no aguarle la fiesta obviaremos la tomadura de pelo que supone haberla presentado como actriz de reparto, eliminando así de un plumazo toda competencia.

En las últimas semanas y sobre todo tras haber sido premiado en los SAG -los Premios del Sindicato de Actores- también ha ganado peso la idea de un tercer Óscar para Washington, algo que no resulta descabellado si el votante medio se siente incómodo marcando el nombre de un candidato salpicado por la polémica -Casey Affleck- o poniendo todos los huevos en la cesta de una única cinta -Ryan Gosling-.

Por lo demás, seamos sinceros: si el año pasado no se hubiera liado pardísima con todo aquello del #OscarSoWhite, Fences ni siquiera habría olido la nominación a mejor película. A pesar de ser irreprochable en su apartado interpretativo, uno no puede evitar tener la sensación de que corre muy poquito cine por su metraje. Washington no mueve la cámara así lo maten y la teatralidad de su puesta en escena acaba diluyendo la intensidad de un relato cuyo guionista, Tony Kushner, renunció a aparecer acreditado en favor del autor del libreto original.


Comanchería (David Mackenzie)

El western y la crisis se dan la mano en un film que le debe mucho a los hermanos Cohen. Comanchería es un poco No es país para viejos con chistes de indios. ¿Es eso malo? Para nada. La historia de dos hermanos que se lanzan a atracar las sucursales del banco que desahució a su madre precisamente para saldar la deuda que tienen con éste, es brillante y ha sido una de las grandes sorpresas de la temporada.

Otras nominaciones (3): actor de reparto (Jeff Bridges), guión original y montaje.

¿Posibilidades de victoria? Sus cuatro nominaciones saben a poco. Máxime cuando posiblemente se vaya de vacío la madrugada del domingo. Mackenzie o la fotografía podrían haber entrado perfectamente en los quintetos correspondientes, pero por desgracia no ha sido así. Sólo Jeff Bridges aparece en algunas quinielas para llevarse su segundo Óscar, si bien el transcurso de la carrera ha acabado desinflando dicha posibilidad.

Figuras ocultas (Theodore Melfi)

A menudo la realidad supera a la ficción. Es el caso de las matemáticas afroamericanas que trabajaron como "calculadoras humanas" para la NASA en la década de los sesenta, cuando la carrera espacial contra Rusia estaba calentita, calentita -tanto como el presidente con Marilyn cantándole el Happy birthday en la intimidad-.

La cinta cubre la cuota de la reivindicación amable muy en la línea de Criadas y Señoras, esa con la que en Hollywood se sienten mejores personas sin que se les toque mucho las narices. Personalmente y por más que el film tenga una buena factura y sea ideal para la sobremesa del domingo, creo que esas luchadoras que afrontaron la doble marginación de ser mujeres y negras merecían algo más profundo y honesto que esta sucesión de momentos complacientes en la que todo parece una balsa de aceite.

Otras nominaciones (2): actriz de reparto (Octavia Spencer) y guión adaptado.

¿Posibilidades de victoria? Ninguna... y yo que me alegro, oiga. Los Óscar deberían premiar la excelencia, y esas tres nominaciones son muchísimo más de lo que Figuras ocultas merece.

Lion (Garth Davis)

Decíamos antes que la realidad supera a la ficción. Bien, pues tomen nota: un niño indio se pierde y acaba vagando por las calles de Calcuta. Tras ser adoptado por una familia australiana y llevar una vida acomodada en el país de Cocodrilo Dundee, decide recurrir a Google Earth para localizar a su familia biológica de la que apenas recuerda nada. Y no. No estoy hablando de mi marido por mucho trajín que se lleve con los mapas de la gran "G". Es la autentica historia de Saroo Brierley que el primerizo Garth Davis lleva al cine adaptando la novela autobiográfica de aquél.

Maravillosa en su primera parte, donde Davis consigue retratar la miseria sin regodearse en ella ni subrayar nada, patina algo en la segunda al convertirse en un melodrama más convencional. Con todo, es una cinta estupenda con la que, debo reconocerlo, lloré como una Magdalena -para que vean que tengo un corazoncito-.

Otras nominaciones (5): actor de reparto (Dev Patel), actriz de reparto (Nicole Kidman), guión adaptado, fotografía y banda sonora.

¿Posibilidades de victoria?
Dev Patel lleva tiempo sonando para llevarse el gato al agua y su victoria en los BAFTA ha reforzado dicha hipótesis. En su contra juega que, aunque no aparezca hasta la hora de metraje, es protagonista con todas las letras.

Y aquí lo dejamos por ahora. En el próximo capítulo le tocará el turno a las cinco candidatas restantes. Hasta entonces.

Andrés Robles

Paisano de Lola Flores y Bertín Osborne - ahí es nada -, Andrés Robles nació el año en que Superman alzaba el vuelo en la gran pantalla. Asegura que uno de sus primeros recuerdos de infancia es la visión de una serpiente atravesando el tacón de Marion en el Pozo de las Almas y nunca ha entendido del todo qué le ve la gente a esa galaxia "muy, muy lejana".

Licenciado en Historia del Arte y especializado en Patrimonio y Gestión Cultural - tiene hasta un máster el muchacho -, dedica todas las horas que puede a esa pasión que comenzó en un cine de verano viendo a un arqueólogo con látigo y sombrero. Desde entonces no concibe una existencia sin salas oscuras y celuloide.

Como buen crítico de cine, nunca ha escrito ni dirigido nada, y se limita a destruir el trabajo que otros han realizado con toda su ilusión - a veces hace alguna reseña buena, pero son las menos -.

Habiendo conseguido fama, fortuna y gloria hablando de lo que no sabe en esta santa casa, sus próximos objetivos vitales son tener el pelazo de Carlos Pumares y la mala uva de Carlos Boyero.

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