1. Tu primer recuerdo de una película.

Lo cierto es que en mi familia nunca han sido cinéfilos. La vocación me llegó tardía, ya adolescente, y no tengo recuerdos de películas hasta los 6 años. Y lo tengo grabado porque está asociado a un viaje de visita a mi familia en Cataluña.

Así que el primer recuerdo de una película es en Navidad de 1988, viendo la trilogía de Star Wars con mis primos en una granja de Tarragona... lo que no recuerdo es si era en catalán, porque también me acuerdo de Bola de drac en TV3.

En esa época a Almería todavía no había llegado la televisión generalista privada, así que estaba embobado con la tele de mis primos con tantos canales. En Almería seguíamos con La 1 y La 2. Justo al año siguiente, en 1989, nació Canal Sur, y empezó a llegar la señal de Tele5, Antena 3 y Canal Plus.

Pero volviendo a la pregunta, estoy casi seguro de que es Star Wars. Aunque también recuerdo de muy pequeño la cabecera de Cine de barrio, así que también podría ser una de Paco Martínez Soria o Marisol.

2. Sonrisas y lágrimas: una comedia y un drama.

Pues diría una comedia dramática que lo tiene todo en uno: El apartamento, de Billy Wilder. Es la película perfecta, y tiene tanto comedia como drama, que para mí es lo mejor que puede haber.

Pero aprovecho para decir una comedia y un drama más puros, y no me extiendo mucho.

Comedia: Ser o no ser, de Ernst Lubitsch.
Drama: Los santos inocentes, de Mario Camus.

3. Esa película te encanta, pero te da vergüenza reconocerlo.

Vergüenza ninguna. Me encanta La boda de mi mejor amiga. Soy muy fan de la comicidad de Kristen Wiig y me encanta el guión de la película, coescrito por la propia Wiig.

4. El mejor beso en una pantalla de cine.

Ni Casablanca, ni leches. El de George McFly a Lorraine Baines después de tumbar a Biff Tannen. Hay que reivindicar más Regreso al futuro.

5. El lugar más tenebroso (físico o no) que hayas pisado en una película.

Pues probablemente por la cercanía, porque está inspirada en una historia real que transcurre en la misma época en la que yo era niño, el piso de Verónica, de Paco Plaza.

No fui capaz de verla de noche. Tuve que ponerla a plena luz del día porque me daba un infarto del miedo que tenía.

6. Esa frase de cine que te encanta decir en cuanto tienes la oportunidad.

La verdad es que ahora recuerdo dos, pero no las cito literalmente, sino que tiendo a adaptarlas según las circunstancias.

Una es "me encanta el olor a napalm por la mañana" (de Apocalypse Now), pero cambio Napalm por lo que corresponda, y la otra "elegí un mal día para dejar de fumar" (de Aterriza como puedas).

7. La banda sonora que siempre se repite en tu cabeza.

Muchas. Dependiendo del momento, en mi cabeza pueden sonar la marcha imperial de Star Wars, el Vals de Amelie o el Yumeji?s Theme de Shigeru Umebayashi para In the mood for love.

Y cuando me voy a grabar al desierto de Tabernas, dependiendo de la rambla que atraviese, suena el Morricone de Hasta que llegó su hora, o la música de John Williams para Indiana Jones.



8. La primera película que grabaste en VHS con cinta adhesiva para poder hacerlo sobre el original.

Pues creo que eso lo hice con un VHS que venía de obsequio, pero fue para grabar encima un partido de balonmano, que me tenía obsesionado en la adolescencia.

Lo que sí recuerdo es que cuando salió Amelie en alquiler, me hice una copia en VHS para poder verla más veces. Ya la había visto dos veces en el cine, pero necesitaba estudiarla. Eso sí, estaba doblada.

Y cuando salió en DVD y la vi por primera vez en versión original, descubrí una película muchísimo más rica en matices de sonido directo que en la versión doblada. Lo siento por los actores de doblaje, pero qué daño hace el doblaje al cine y al trabajo de otras personas.

9. ¿Qué personaje de cine te gustaría haber sido?

Marty McFly. Sin duda. Es muy tentador eso de poder viajar al pasado para cambiar al presente.

10. Un corto imprescindible.

Uno que vi recientemente. Skin, de Guy Nattiv. Ganó el Oscar a Mejor corto de ficción en la última edición de los Oscar. Y me parece redondo de guión y dirección.

11. Un libro de cine que no falta en tu mesilla de noche.

Podría decir muchos, porque no me canso de leer sobre cine. Pero diré uno que descubrí hace apenas dos años, y me parece que debería ser de cabecera para cualquier aspirante a cineasta: On Filmmaking, de Alexander Mackendrick.

12. Visité esta ciudad por la película.

Realmente nunca he ido expresamente a una ciudad por una película, pero sí he aprovechado para buscar lugares icónicos de las películas de Woody Allen en Nueva York, y de Amélie en Paris. Obligatorio visitar el Café des dux moulins en Montmartre para darte cuenta de cómo el cine transforma la realidad. Un consejo: no vayáis al baño en esa cafetería si tenéis un mínimo de escrúpulos.

13. Un actor desaparecido al que habría que recuperar.

Pues ya que este año le dan el Goya de Honor, hay que hablar de Pepa Flores. Es una pena que decidiera retirarse tan joven, pero es comprensible, y me parece muy valiente y muy digna su decisión de apartarse de la vida pública. Todo el mundo tiene derecho a vivir su propia vida como quiera.

Y quedándonos en el cine español, echo de menos más películas protagonizadas por Carmelo Gómez. Me parece un actorazo.

14. Un nuevo talento que no vas a perder de vista.

Hay muchísimo talento joven en España. Voy a apostar por un chico y una chica a los que creo que les queda una larga y fructífera carrera con grandes papeles en el futuro: Patrick Criado y Laia Manzanares.

Ambos disponen de todo lo que se necesita para ello: tienen talento a raudales, y son muy trabajadores.

15. Mucho ruido y pocas nueces: una idea para sacar adelante la industria cinematográfica española.

Pues ya está en marcha, y estoy intentando aportar mi pequeño granito de arena a los futuros cineastas de habla hispana.

Hoy más que nunca disponemos a un precio muy asequible de toda la tecnología necesaria para contar historias en imágenes con una calidad técnica impresionante. Y sin embargo, el lenguaje audiovisual se está empobreciendo porque la mayoría de jóvenes no reflexiona mucho sobre el lenguaje cinematográfico, ni conoce mucho cine anterior a los 90.

Por eso empecé a hacer Aprendercine.com, que básicamente consiste en democratizar los conocimientos sobre hacer cine, para que cualquiera que dedique ganas y tiempo pueda aprender de forma autodidacta y empezar a hacer cine, aunque no se pueda permitir económicamente ir a una escuela de cine.

Si somos capaces de sacar más partido a nuestro presupuesto controlando también la técnica (ojo, cobrando, que esto es una profesión, no un hobby), seremos imparables y tendremos mucha más libertad creativa. Y esto no lo digo yo: lo dicen cineastas como Coppola, Robert Rodríguez, o el sueco David Sandberg, que predican con el ejemplo.

Pero creo que tampoco basta con aprender la técnica: hoy en día hay muchísimos realizadores o filmmakers. Y eso está bien porque cada día se demandan más contenidos audiovisuales en general.

Pero el cine español lo que demanda son narradores puros: es decir, buenos contadores de historias como Azcona, Amenábar o Sánchez Arévalo.

Esos siempre tendrán hueco, porque no abundan. Y para eso lo que hace falta es leer muchísimo y también tener mucho oído en la calle, más que estar encerrado viendo únicamente series norteamericanas, que es hacia lo que tendemos por desgracia, y me incluyo.