1. Tu primer recuerdo de una película.

Tengo dudas entre Blancanieves y los siete enanitos y La Historia Interminable. Sé que una de las dos fue la primera que vi en un cine, pero era muy pequeño y no sé cuál de las dos vi antes. Lo que sí recuerdo es que La Historia Interminable me gustó tanto que me llevaron a verla otra vez, con lo que fue la primera película que vi dos veces en el cine.

2. Sonrisas y lágrimas: una comedia y un drama.

Soy muy fan de la comedia (a la que considero injustamente infravalorada), con lo que se me hace imposible elegir solo una, pero en cualquier lista estarían Annie Hall, El Apartamento, Luces de Ciudad, La vida es bella, Top Secret o El Verdugo.

En cuanto a dramas, también es difícil elegir uno, así que me quedo con Dersu Uzala, Sed de Mal y Apocalypse Now.

3. Esa película te encanta, pero te da vergüenza reconocerlo.

Harry Potter y el misterio del príncipe. No me da vergüenza reconocerlo, pero sí me habría gustado verla de pequeño, porque el mundo que crea (mezcla de fantasía, magia y oscuridad) creo que me habría flipado como en su día me flipó El Imperio Contrataca.

4. El mejor beso en una pantalla de cine.

Hot Shots. Cuando dice "bésame como nunca me has besado".



5. El lugar más tenebroso (físico o no) que hayas pisado en una película.

El mar después de ver Tiburón. No sé cuántas veces en mi vida habré sentido miedo de que un tiburón me atacase mientras nadaba en el mar (de hecho, sigo teniendo ese miedo cuando estoy nadando solo lejos de la orilla).

6. Esa frase de cine que te encanta decir en cuanto tienes la oportunidad.

"Me gusta el olor del napalm por la mañana", de Apocalypse Now. Uso esta frase cuando empiezo un día intenso como, por ejemplo, al empezar un rodaje.

"Elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento". Esta frase de Aterriza como puedas la suelo usar el mismo día que la anterior pero unas horas más tarde, cuando algo se tuerce en el rodaje.

7. La banda sonora que siempre se repite en tu cabeza.

Tiburón. Esas notas siniestras me vienen a la cabeza en los momentos de tensión.

8. La primera película que grabaste en VHS con cinta adhesiva para poder hacerlo sobre el original.

Soy el tercero de cuatro hermanos, así que solía tirar de VHS grabados por mis hermanos mayores.

9. ¿Qué personaje de cine te gustaría haber sido?

Luke Skywalker (el de la primera trilogía) o Indiana Jones (el de la cuarta no, claro).

10. Un corto imprescindible.

Un corto portugués que vi en un festival en 2015. Dos actores, una localización (el rellano de una escalera) y humor surrealista a base de diálogos increíbles y personajes muy bien construidos. Lamentablemente no recuerdo el título. A veces pienso en buscarlo por Internet para verlo de nuevo, pero me gustó tanto la primera vez, que prefiero quedarme con esa impresión.



11. Un libro de cine que no falta en tu mesilla de noche.

In the blink of an Eye, de Walter Murch. Estudié montaje, y aunque ahora dirijo, sigo pensando que el montaje es una de las partes más importantes de cualquier película.

12. Visité esta ciudad por la película...

No la visité por ninguna película en concreto, pero sin duda Nueva York es la ciudad más cinematográfica que he visitado nunca. Caminando por sus calles, uno tiene la sensación de haber visto casi cualquier rincón en alguna película, sea verdad o no...

13. Un actor desaparecido al que habría que recuperar.

Marcello Mastroianni.

14. Un nuevo talento que no vas a perder de vista.

Cualquiera que haga buenas pelis.

15. Mucho ruido y pocas nueces: una idea para sacar adelante la industria cinematográfica española.

Difícil, porque la situación es bastante mala, pero de entrada diría dos cosas:

1.- Apoyar a los cines para que no cierren, porque me temo que la pandemia ha hecho que muchos desaparecieran (o estén cerca de hacerlo) y, sin cines, no habrá industria que valga.

2.- Acabar con el precio único. Creo que somos el único sector (tanto de la cultura como de cualquier industria en general) en el que no se puede competir por precio. Además de injusto, esto me parece absurdo e incluso perverso. ¿Por qué vale lo mismo la entrada de una película de 100 millones de dólares que la de una peli independiente de un millón? ¿Cómo puede valer igual la entrada de una peli cuyos actores son estrellas con sueldos millonarios que la de una película con un presupuesto inferior a uno solo de esos sueldos? Creo que el precio de la entrada debería ir acorde al coste de la película, siendo las películas pequeñas más baratas (4-6 euros) que las grandes producciones (9 euros actualmente), igual que ocurre con cualquier otro producto, sino la competencia es desleal. Porque ¿quién pagaría por ver un concierto de un grupo emergente si la entrada costara igual que las de las estrellas del Rock? ¿Quién alquilaría un coche pequeño si este costara igual que uno de alta gama? ¿Quién comería un menú si por el mismo precio pudiera cenar en un restaurante con estrellas Michelin? ¿Quién iría a un hotel de tres estrellas si el precio por noche fuera el mismo que en uno de cinco estrellas? Pues esto es justamente lo que ocurre con el cine, que las películas pequeñas (pequeñas en presupuesto, que no necesariamente en calidad) están en desventaja con respecto a las grandes producciones por culpa del precio único de todas las entradas. Escalando los precios, creo que el cine español (y el cine independiente en general, sea de la nacionalidad que sea) mejoraría mucho los resultados en taquilla, como ha demostrado varias veces la fiesta del cine, llenando las salas gracias a precios más asequibles y acordes con el producto. Si a esto le añadimos la competencia que actualmente suponen las plataformas para los cines, creo que esta reforma es aún más necesaria (que por cierto, las plataformas tampoco tienen precio único, sino que compiten entre ellas con las tarifas de suscripción).